Hay días en tu vida de madre que son de traca:
Deja a tu hijo al colegio, corre a la oficina, trabaja hasta las 16h engullendo la comida, recoge a tu hijo, llévalo al pediatra, devuélvelo al colegio que justo hoy hay fiesta de Halloween, disfrázalo antes de entrar, vuelve a casa, prepara la cena, baña a tu hijo, recibe la visita inesperada de tu suegra (jajajaja), acuesta el niño, ve a esa cena trimestral con tus amigas… Y si además tienes más hijos, multiplica este día N veces!
Buff me canso solo de pensarlo. Yo me he visto en días/semanas de infarto, donde quieres hacerlo todo para no fallar, para que todos estén contentos… aunque esto signifique que tú corras y corras como pollo sin cabeza. ¿Qué hacer entonces?
Pues descartar cosas. ¿Que no se puede ir a la fiesta del colegio? Pues no se va. Ya habrá otras, que no te dé apuro. Además, si los niños son pequeños muy probablemente ni sepan que se celebra, por lo que no esperan ir tampoco. Si la fiesta es importante, pues intenta cambiar la revisión con el médico, y sobre todo, dile a la suegra que ese día no es un buen día, que la visita es mejor día siguiente. O a la siguiente semana. O nunca 😉
Yo lo que he hecho alguna vez, a modo supervivencia, es auto-invitar a mis otros hijos. Por ejemplo, invitan a tu hijo a un cumpleaños pero eso implica que los tienes que meter a todos en el coche, soltar a uno, volver a casa y al rato, volver a salir para ir a recoger a ese hijo. Para evitar eso, hay dos opciones:
a) Volverte loca de punta a punta de la ciudad toda la tarde.
b) Decir que no podemos ir.
c) Pedir si tu otro hijo puede ir al cumpleaños, cubriendo el coste en caso de que haya que pagar entrada. Normalmente los padres no ponen pegas y comprenden a la perfección tu necesidad.
Ante todo, no te sientas mal por descartar cosas. Eres mortal, y tienes un límite. Mejor hacer menos planes y disfrutarlos que juntar 30 cosas un mismo día y solo mirar el reloj 🙂 Y si alguien se ofende, hazle entender que el año tiene muchos días, así que habrá otras ocasiones para hacer los planes que hemos cancelado.
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