Laringitis. Aprende a reconocerla

LaringitisLos que me conocen saben que solo cuento los temas de familia a los conocidos, y más aún las desgracias y enfermedades. Pero en este caso haré una excepción. Y es que tengo algo que contarte que debes conocer si eres mamá/papá, maestra/o o trabajas con kids: Bienvenido al mundo de las laringitis.

Cuando mi hijo mayor tenía solo 6 meses, nos despertó a mitad de la noche. Tenía una tos extraña, como metálica, como si un robot tosiera. Al acercarnos, vimos que se estaba ahogando. Respiraba muy agitado, su pecho se hundía mucho y se veía que le costaba horrores respirar. Al instante buscamos en su cuna si había un chupete roto, miramos en su boca por si veíamos algo que se hubiese podido tragar… Imagina: padres primerizos y nos vemos en esta situación a las 3 de la mañana medio dormidos.

Histérica, llamé a urgencias y me dijeron que le llevara rápidamente. «¡¡No llega!!», les grité. Todo pasó rápido pero se hizo eterno. Tuvimos una gran suerte de que quien cogió el teléfono nos dijo que parecía una laringitis. Nos dio un consejo rápido para que mejorara (ahora te lo cuento) y luego le llevamos a urgencias. Allí, dosis de adrenalina y otros tratamientos que con los años forman parte de la familia.

La laringitis aguda o «croup» es una inflamación de la laringe. Generalmente se asocia a procesos víricos pero puede haber otras causas. Al inflamarse, cuesta que entre el oxígeno y provoca la falta de aire. No debería ser grave, y si sabes actuar de forma eficaz, avanzas mucho.

Desde esa primera laringitis, mi hijo mayor tiene una cada dos meses aproximadamente. Ahora tiene casi 7 años, así que me he vuelto una experta y me veo con ciertos conocimientos (¡¡ojo, no soy médico!!) para poder darte consejos.

Señales o síntomas


  • Tos perruna o metálica
  • Generalmente pasa por la noche y sin previo aviso. Ni yo las veo venir…
  • Falta de aire, se hunde el pecho
  • El niño llora, se siente incómodo y nervioso
  • Si habla, tiene una voz como distorsionada

 [vc_separator type=’transparent’ position=’center’ color=» thickness=’10’ up=» down=»]

Cómo actuar


  • Mantén la calma. No ayuda que grites y te pongas histérico/a.
  • Intenta calmar al niño también, dile que pronto estará mejor.
  • Acerca al niño a una fuente de aire frío. Si es verano, abre el congelador y pon su cara lo más cerca posible para que le llegue el aire frío. En invierno, tápalo con una manta bien gruesa y abre la ventana. Si es una laringitis, verás mejora a los pocos minutos.
  • La tos puede que continúe, pero deberías ver mejoría en su respiración.
  • Si ves mejoría, ¡estupendo! Si es su primera laringitis, ya te puedes ir vistiendo para ir al hospital. Necesitará que lo valoren y le den corticoides para evitar que vuelva a empeorar. En algunos casos, necesitará adrenalina inhalada o lo que haga falta. De camino, si vas en coche, ve con la ventana bajada para que le vaya dando aire frío de camino. ¡¡Tápalo!! Necesita respirar aire frío, no coger una pulmonía 🙂

 

En los últimos años he hablado de la laringitis a muchas mamás, y varias de ellas me han agradecido haberlo hecho. Se encontraron en la situación arriba descrita, a mitad de la noche, pero gracias a mi supieron reaccionar con rapidez y efectividad.

Las laringitis, según me han dicho a mi, pueden ser puntuales (una vez en la vida) o más frecuentes en otros niños. Teóricamente, mejora con la edad y cada vez se tienen menos episodios.

 

Si ya controlas este tema y te resulta más que familiar, te doy algunas recomendaciones basadas en mi experiencia:

  • No le quites importancia. Aunque tenga muchas, presta atención a las señales y llévalo al hospital en caso de duda.
  • Enseña a tu kid a contar qué le pasa. Ellos saben identificar perfectamente sus síntomas. Mi hijo lo llama «tos fea», y alguna que otra noche ha venido a despertarnos diciendo «mamá, tengo tos fea». Rápidamente hemos puesto en marcha el protocolo y ya sabemos decidir si hace falta ir al hospital a por más medicación o si lo podemos controlar en casa. Si él mismo lo sabe detectar, cuando no esté contigo sabrá contarlo a otros adultos.
  • Avisa al maestro si tu hijo ha tenido una laringitis durante la noche. A veces empeoran durante el día así que deberá estar atento y avisarte rápidamente.
  • Nunca pases una noche sin Estilsona u otros corticoides. En caso de viajar, mételo en el neceser siempre. Guárdalo siempre en el mismo lugar para encontrarlo rápidamente por la noche.
  • En caso de ir de colonias, dedica una reunión con el maestro. Es importante que sepa actuar, así que cuéntale en detalle los síntomas y cómo actuar. Que te muestre atención, en un despacho y con calma. No una conversación de pasillo.

 

Y sobre todo, en caso de duda, ve SIEMPRE al hospital. Según personal del Hospital Marañón de Madrid, las laringitis pediátricas son una de las pocas cosas que se consideran urgencias de verdad; por lo que os atenderán rápidamente.

Espero haberte ayudado. ¡Compártelo!